17 abr 2011

Por mas que trates de evitarlo..

Así funciono, por peor que suene. ¿Cómo puedo amar y odiar a una misma persona? Fácil: EL me da lo que quiero, o me da en parte lo que quiero, o me hace creer que me da lo que quiero, o me auto convenzo de estar satisfecha con lo que me da o le mendigo y acepta entregar a modo de limosna. Y por otro lado (me considero un vivíparo pensante) a veces, pocas veces, tomo consciencia de la irracionalidad de lo que hago, de la impotencia que encarno, de lo patético de mis actitudes y comienzo a pensar: situaciones, hipótesis, electricidad, etc.… y eso me hace odiarlo.

La electricidad me hace odiarlo y me hace dormir. Generalmente cuando me despierto, no recuerdo por qué lloré tanto (desdoblamiento) y cuando logro saber porqué, aún no lo entiendo. No puedo ponerme en mis propios zapatos. Como si esa noche de sueños rotos me hubiera borrado todo registro de empatía conmigo misma. Al despertar la pena aparece reducida y hasta minimizada. Reducida a un montón de neuronas de más que hicieron mala sinapsis. Nada más que eso. Alejandro no asume culpas, no le inculpo nada, yo vuelvo a ser el feliz arlequín que alegra la vida de los otros y comienza una vez más todo cuando me doy cuenta de que no es suficiente para mí, que necesito más, que no estoy bien. Así es como se ama y se odia a alguien hasta límites insospechados.


Cuando dejo de sentir empiezo a pensar. Me hago preguntas racionales y me contesto sin mayores problemas. Y la vida es así: fácil, cerebral. Tengo, es cierto, varias personalidades y para cada una de ellas un grupo de amigos diferente. Me cuesta mezclar amigas. A tiempos, soy muchas personas que difieren entre sí: tienen distintas personalidades y las motivan incomparables cosas. Por duro que suene, sé que es así. Hay gente que no se bancaría a HIEDRA y otras que se sienten poco confortables con Cielo. Por eso tengo que actuar diferente o amoldarme. Soy lo que el ambiente quiere que sea, lo que las situaciones me indican que es mejor ser. Que es más conveniente ser.

16 abr 2011

Alguien diferente a los demas..

Además de todos estos descubrimientos reveladores, la licenciada me dijo que tenía un muy buen centro de percepción, que era muy intuitiva. Me dijo que me siento diferente y tengo que aprender a adaptarme a diferentes estilos (qué bueno es que a uno le digan lo que siente). Que soy hipersensible, que debo adaptarme a la vida y que tengo tendencia a angustiarme o a desilusionarme. Que me muestro solitaria pero siempre soy dominante en las relaciones: que tengo fortaleza, que controlo en el intento de proteger al otro y que debo evitar hacerlo.  Ah, también descubrió que tengo tendencia a los celos (todas novedades). Dijo que genero competencia en mis pares, es decir, que mis pares sienten la competencia en mí y que son pocas las mujeres que pueden verme como “amiga” porque soy más un rival. Que mi vida está llena de lazos y rupturas profundas que sostengo con pasión y que las vivo con mucho dolor (“casi como un desgarro” dijo). Ah y que me comprometo demasiado antes de tiempo. También descubrió que tengo “humor bipolar” (altas y bajas en menos de tres segundos). “Sos perfeccionista, minuciosa y portas una actitud crítica donde no te permitis perder. Sos muy autoexigente, muy reservada e introvertida”. Como si no lo supiera de antemano.
                                                                                                           
Ah, mis personalidades. Supongo que nacieron en mi necesidad de agradarle al mundo entero. Toda la vida me sentí marginada o por gorda o por antisocial o porque me gustaban los libros en lugar de los power rangers, no lo sé. Simplemente me sentía aislada. Y en mi necesidad de no aislarme creé personalidades acorde a cada grupo de amigos que me hacía. Creo que todos somos un poco así: no nos comportamos igual con nuestra familia que con nuestros amigos, o nuestros profesores o por teléfono o por email o vaya a saber qué otra situación. No puedo hablarle a mi familia de la misma manera que a mis amigos, ni puedo a un novio explicarle chistes que hago con mi familia y en el trabajo tenemos que dar otra imagen. Todo el mundo se la pasa inventando personajes, el problema es que me los tomo en serio y me sirven.

. Y siempre es lo mismo. También nos aburren las personas.  Yo no puedo estar con alguien más de un día, la gente me aburre. Después de ese tiempo prudencial necesito estar sola, estar en mi cama sola, estar en el baño sola o simplemente mirando televisión